Copa América de Vela
La Copa América es la competición deportiva moderna más antigua del mundo y cuenta con más de 150 años de historia. No es una competición periódica, sino que se empieza a organizar cuando un club de yates desafía al campeón vigente. En la regata se pide perfección en cada detalle. Y si hay un campo en el que la exigencia es máxima, es el de la relojería. De ahí que marcas como Omega, Panerai o Tudor colaboren codo con codo con los equipos para poner a su disposición toda su experiencia y todos sus conocimientos. De hecho, Omega es la encargada de cronometrar los tiempos de una competición en la que cada segundo cuenta.
Omega no rehúye el reto de contabilizar los tiempos de la competición más especial, y lo consigue edición tras edición gracias a su experiencia midiendo los tiempos de grandes eventos deportivos. Pero este no es el único vínculo de la marca suiza con la regata. Omega también es uno de los principales colaboradores del vigente campeón de la Copa América, el Emirates Team New Zealand. La letra de la firma relojera ondea en sus velas por la relación existente desde 1995 entre la marca y el Emirates Team New Zealand. Una relación exitosa que ha llevado al equipo y a la marca al Olimpo de la vela.
Por otra parte, Panerai vuelve a sus raíces italianas para ofrecer al Luna Rossa Challenge su experiencia en tecnología marítima. Un campo que la firma domina gracias a sus orígenes como proveedor de instrumentos de precisión de la Marina Real italiana. Los conocimientos de Panerai ya ayudaron a Luna Rossa a ser el finalista en la anterior edición de la regata. El equipo italiano espera dar el paso definitivo y llevarse el trofeo que tanto se le resiste.
Tudor es la otra gran marca relojera que trabaja codo con codo con un equipo de la Copa América, en este caso el Alinghi Red Bull Racing. El equipo suizo vuelve a la competición después de tres ediciones de ausencia para recuperar el título que ya ostentó en las ediciones de 2003 y 2007. Mira el torneo con optimismo, puesto que a su exitosa trayectoria se une Tudor, que aparte de su tecnología de precisión también dispone de experiencia con la élite deportiva. Una élite con iconos mundiales como los All Blacks de rugby o el Tudor Pro Cycling Team.
Además, la Copa América no solo es una competición deportiva, sino que también es una competición tecnológica. La excelencia que se exige a los tripulantes de las naves también se exige al equipamiento que utilizan, al yate y a toda la maquinaria. De esta forma, el prestigio y el buen trabajo de la relojería suiza elevan, aún más, el grado de grandeza de la competición más única y exclusiva del mundo del deporte.
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